Actualizado hasta febrero de 2015
Cuando vamos a contratar o renovar un suministro eléctrico podemos encontrarnos con dos opciones de facturación: oferta fija, a la que estamos habituados, u oferta indexada a la cotización en OMEL, en la que tendremos un precio diferente en función de las variaciones del mercado.
El precio del kWh eléctrico consta de 3 partes principales: la parte regulada por el Gobierno o ATR (independiente de la oferta), la casación del mercado OMEL y los costes de servicios del mercado, que incluyen restricciones, procesos OS y pagos por capacidad.
Una oferta fija nos incluirá todos estos conceptos, más un margen de beneficio. Para darnos un precio fijo, la comercializadora tendrá que predecir el coste de estos conceptos a lo largo de un año (observando el mercado a futuros), para asegurarse de que no perderá dinero.
Sin embargo, una oferta indexada consiste en que, el precio que paga el cliente por la energía que consume no es un precio fijo, sino que está referenciado a los precios de casación diario en el Mercado mayorista (OMEL). El precio es distinto cada hora del día y depende, como todo, de la oferta y la demanda de electricidad.
La mayor diferencia reside en que las comercializadoras de precio fijo nos cobran unos márgenes de seguridad por si suben los precios, mientras que con precio indexado, estos márgenes se ven reducidos al reducirse el riesgo de la comercializadora a posibles subidas del mercado.
Podemos encontrarnos dos formatos principales de oferta indexada:
- Dándonos un precio fijo, incluyendo el ATR y los servicios, y sumándole la casación horaria del mercado OMEL. La comercializadora ya no ha de mirar el mercado de futuros, pero ha de asegurarse que el precio fijo cubrirá los pagos por servicios del sistema. Este tipo de oferta se conoce como pass-pool.
- Siendo sólo fijo el ATR y cobrándonos en función de la variación del precio de casación y de los costes de servicio del sistema. Este tipo es más volátil que el anterior, pero la comercializadora ya no ha de poner un margen de seguridad en su precio fijo para cubrir posibles subidas, ya que cualquier variación en cualquier componente del mercado se traslada directamente al cliente. Estas ofertas son conocidas como pass-through.
Pero, ¿qué es OMEL? Se trata del Operador del Mercado ELéctrico. Para que lo entendamos, es el mercado o la “lonja” en la que se cruzan las demandas de las empresas comercializadoras para comprar la energía, con la oferta de producción de las distintas empresas generadoras.
OMEL está supervisado por una comisión de representantes de: productores, distribuidores, comercializadores y consumidores cualificados. El operador del sistema (y encargado de la continuidad y suministro de energía) es Red Eléctrica Española (REE) y aquí es donde los generadores y consumidores lanzan sus ofertas.
El precio final de la energía en OMEL lo fija “el kWh” más caro, el último. Es decir, que depende de muchos factores, pero cuantas menos tecnologías sean necesarias para cubrir la demanda, más barata les costará la electricidad a las comercializadoras. Esto es una simplificación muy grande, pero la daremos como cierta.
OMEL fija los precios horariamente.
Pero lo más importante es ¿cómo ha evolucionado este mercado? ¿puedo encontrarme con subidas repentinas que me supongan un gran sobrecoste en caso de optar por una tarifa indexada?
En los últimos tiempos, la cotización del mercado OMEL ha evolucionado de la siguiente manera:
*Datos hasta febrero de 2015
Como podemos observar, el precio de casación de la energía eléctrica ha seguido una tendencia a la baja en los últimos años, con una reducción del 5,4% entre 2011 y 2012, del 6,3% en 2013 y del 4,8% en 2014. Estas bajadas han beneficiado a todas aquellos que hayan contratado una tarifa indexada.
En lo que llevamos de 2015 el precio está siendo superior al mismo periodo de 2014, moviéndose en valores similares a 2013.
Por otro lado tenemos los costes de servicios complementarios y pagos por capacidad, cuya evolución anual ha sido la siguiente:
Debido a la reducción de la demanda de energía en los últimos años que afectó a las previsiones centrales de nueva construcción, el Gobierno elevó los pagos por capacidad y restricciones del sistema para amortizar la inversión realizada por las grandes compañías eléctricas.
Como consecuencia de ello, los costes del mercado ajenos a la casación subieron un 21,6% en 2012, 8,67% en 2013 y un 2,98% en 2014. Estas subidas habrán afectado a los clientes que tengan una tarifa indexada pass-through.
Destacar la aplicación a partir del 1 de enero de 2015 de los costes asociados al sistema de interrumpibilidad, anteriormente pagado a través de los peajes regulados. Este «nuevo coste» se trasladó igualmente a las tarifas fijas o pass-pool, por lo que afecta a todos por igual. En esta entrada lo tratamos en mayor detalle.
En total, el coste de compra del kWh, ajeno a costes regulados ha variado de la siguiente manera:
Vemos una reducción del 1,8% en 2012, del 3,6% del 2013 y del 3,4% en 2014. Como decíamos anteriormente, los primeros meses de 2015 tienen un precio similar a 2013.
Entonces, ¿cuál es la mejor oferta para mí? Cuanta mayor variabilidad tenga nuestra oferta, menor riesgo para la comercializadora y menor margen de seguridad tendremos que pagar, pero nos veremos más expuestos a cambios del mercado.
La evolución del mercado invita a pensar en una oferta pass-pool pero según el margen de beneficio de cada comercializadora puede interesarnos más una oferta pass-through o incluso fija. En cualquier caso, dependerá de la cotización del mercado y de nuestro perfil de consumo.